DEL MARKETING AL PARTIDO VERDE
José Noé Mijangos Cruz
La era de los partidos ha llegado a su fin. Después de ver la contienda electoral como una competencia que supusiera una 'vendimia deshonesta de caballos' (horse trading) a la usanza gringa o el 'adelgazamiento de la leche' (mercato delle vacche) como le nombran los italianos, la partidocracia ha tenido que doblegarse, al grado que incluso algunos partidos ya propician la renta de sus candidaturas a simpatizantes (antes sólo se reservaba a los militantes).
La 'modernidad sólida', hacía que los partidos debatieran temas de fondo, propiciando posturas que fluctuaban desde un control férreo reservado a la 'derecha' o la amplitud de libertades que se atañían a la 'izquierda'. Lo que se consideró el 'centro', no era más que el populismo de los partidos oficialistas que aunque matriculados en la 'democracia cristiana internacional' o la 'internacional socialista', a veces no había más que hacer su propio núcleo ideológico de decisión como en su momento fue la Conferencia Permanente de Partidos Políticos de América Latina y el Caribe (COPPPAL).
Hace mucho, Claus Offe, al tratar el tema de los nuevos movimientos sociales, se refirió al 'movimiento verde internacional' como formando parte de un sinsentido democrático, que sin embargo, posibilitaba el plus sobre una ganancia electoral asumiendo bajo perfil y permitiéndose estabilidad participativa, negándose a afrontar temas complejos y rentabilizando la concepción de una mejora medioambiental empleada como efecto de consumo; una necesidad instrumental de los países del primer mundo que este movimiento haría posible.
En México, el Partido Verde, ha tenido el tiempo suficiente para debilitar las estructuras institucionales, desde una representación que ha hecho de sus acriticismos, la burla de una nación proporcionalmente ajena al rol participativo, que no se reconoce en las disputas electorales o que la modernidad no le ha permitido observarse como espectador siquiera. Con el acomodo de prácticas occidentales, el Partido Verde ha acaparado un bastión importante de votantes, desde los negligentes filtros de los árbitros electorales, catalizando el efecto democrático o de participación civil desde los subsidios que se le otorgan a su cuenta corriente, hasta los que corresponden a sus gastos de campaña.
En Oaxaca, los partidos que se coaligan con el Partido Verde, últimamente, en algunos distritos, han estado a punto de perder cargos de mayoría relativa, por la asimetría del cómo percibe la gente un registro en una contienda, por ejemplo, la presidencial, y otra que se bifurca en algún distrito en particular, debido al registro independiente del Partido Verde, lo que da como resultado la anulación de boletas distritales del partido que lo acompaña en la presidencial pero no en la distrital; karma que estuvo a punto de comprometer candidaturas de personajes que hoy desean la gubernatura del estado.
En Oaxaca, los partidos que se coaligan con el Partido Verde, últimamente, en algunos distritos, han estado a punto de perder cargos de mayoría relativa, por la asimetría del cómo percibe la gente un registro en una contienda, por ejemplo, la presidencial, y otra que se bifurca en algún distrito en particular, debido al registro independiente del Partido Verde, lo que da como resultado la anulación de boletas distritales del partido que lo acompaña en la presidencial pero no en la distrital; karma que estuvo a punto de comprometer candidaturas de personajes que hoy desean la gubernatura del estado.
De caras bonitas y edades estereotipadas para la acción dinámica de un pueblo que ofertaba a sus experiencias lúcidas de cabellos entrecanos, el Partido Verde echó abajo mitos de que la 'curva crítica' no era posible, rentando la opinión sesgada del votante cautivo hacia "penas de muerte" para quienes infringen delitos graves, luciendo espectaculares de subsidios a la adquisición de fármacos, en donde bajo el resguardo del sistema político propicia la frivolidad y la irresponsabilidad de la gobernanza global. Uno de sus dirigentes, gozó del cajón de sastre que le confeccionó a su medida el fuero senatorial.
Recientemente, el caso Arturo Escobar, ha sostenido la tesis de que el régimen actual, siempre pragmático, estudia la situación de deshacerse de este maridaje con el Partido Verde, pues el ahora Fiscal Especial para la Atención de Delitos Electorales (FEPADE), si bien en tono suspicaz le fragua una investigación en su contra, ninguna fiscalía pudo llegar tan lejos, de no ser por la contemplativa insumisión que le dicta el aparato de Estado mexicano. Ese agravio sigue un curso semejante en el Instituto Nacional Electoral (INE), a través de la Unidad Técnica de Fiscalización, con la reciente multa que se perfila imponer al Partido Verde.
@JNMIJANGOS
(Publicado en +Noticiasnet.mx Voz e Imagen de Oaxaca, 22/12/2015, p. 10A)