sábado, 25 de marzo de 2017

LO QUE SUCEDE EN EL ISTMO SE QUEDA EN EL ISTMO

LO QUE SUCEDE EN EL ISTMO SE QUEDA EN EL ISTMO

José Noé Mijangos Cruz

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Algo de lo que ignoramos del Istmo de Tehuantepec, justamente no nos llega porque sus pobladores o bien pecan de discretos o ellos mismos se coluden para que ciertas manifestaciones culturales no se divulguen del todo y con ello no se fomente la complacencia a ciegas o el que algo sobresalga a costa de la colectividad. Es un fenómeno difícil de comprender a la distancia, pero fácil de atribuir en la cercanía con esta región tan atractiva para la imaginación y el desempeño de las actividades productivas.

El habla cadenciosa de los hablantes del zapoteco, comprende diálogos que se someten a las más estrictas reglas que el ambiente cultural les impone: inclusión del otro para alentarlo a hablar, asaltarlo con dudas, picardías y suspicacias, además de retarlo a que les platique su forma de pensar, que viene siendo la parte ideológica que los habitantes istmeños recrean para saber la conveniencia que habría que adoptar ante tan ocurrente participante del habla popular.

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En el Istmo de Tehuantepec, la vida comporta curiosidades que se practican con esa tranquilidad que raya en la lentitud. La productividad se mide por tiempo intenso de trabajo, pero generalmente se tiene una calidad de vida por el “tiempo libre” que los acompaña en buena parte del día. Trabajar por trabajar no es una tarea que les atraiga, de ahí su liviano rechazo a la competitividad occidental que mide el sobresalir después de descubrir el rendimiento en el desempeño. Curiosamente, una buena parte de la burocracia practica un trabajo de complacencia con las plazas o puestos que ocupa, y probablemente sean las personas que asimilan menos identidad istmeña, por su rol occidental de obtener los sobresueldos o bonos, tabú que en las actividades productivas istmeñas se consideran poco alentadoras para dictaminar una vida sedentaria al estilo del habitante promedio. De ahí el interés del burócrata de tener un negocio alterno a su ocupación oficial.



Algunos estudios han recordado que los gentilicios de al menos cinco comunidades istmeñas: Juchitán, Tehuantepec, El Espinal, Ixtaltepec e Ixtepec, producen una identidad istmeña no obstante los signos negativos que los habitantes de sus mismas comunidades o de comunidades aledañas les atribuyen. La parte positiva tiene a los pobladores de Juchitán como aquellos que no se dejan, a los de Tehuantepec como aquellos que preservan las tradiciones, a los de El Espinal como ahorrativos, a los de Ixtaltepec como solidarios y a los de Ixtepec como gente tranquila. Producir conlleva en estas comunidades entender las actividades económicas como un recurso de desempeño, más no como una razón para alquilarse sin sentido ante intereses diversos que los que ellos legítimamente practican.

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Si bien el asombro del istmeño es genuino (considerando al promedio de la población total en esta región), respecto de roles occidentales o prácticas profesionales que impliquen salir al extranjero o rozarse con habitantes de países cuya cultura sea diametralmente opuesta a países latinos como el nuestro, no se limita su saber civilizatorio cuando conoce lo elemental para la supervivencia, la trascendencia de sus hijos y el compartir los productos que se destinan para atender a los visitantes que se consideran razones humanas de privilegio y gozo, ante tantas preocupaciones de aniquilamiento, codicia, conspiración y explotación infrahumana que alienta Occidente.

Panteón Miercoles Santo. Mujer juchiteca terminando la ofrenda a sus muertos. Semana Santa. 2016. #istmogram #igersoaxaca #ig_oaxaca_ #vive_oaxaca #oaxtravel #instamexicanos #cfmab #cuartoscuromex #icu_mexico #mimexico #mexico_tour #mexicomaravilloso  #mexicoandando #mexicourbano #wu_mexico #pasionxmexico #ig_mexico #mexigers #gf_mexico #espiritu_callejero #descubriendoigers #mexico_great_shots #estoeshacerfoto #igs_america #ig_latinoamerica_
Foto: Luis Villalobos Mimiaga

Ahora mismo, el Istmo de Tehuantepec se prepara para su agenda cultural que celebra año con año durante un mes: sus velas. Las réplicas de esas velas llevadas a ciudades como Coatzacoalcos, Minatitlán, Ciudad de Oaxaca, Puebla o Ciudad de México, juegan más con una plasticidad occidental y menos con el desplante original de las comunidades de origen. Un poco antes, las celebraciones de Semana Santa dan ricos destellos culturales de alegría en recintos sepulcrales que se destinan para la convivencia con los que ya yéndose, no se van del todo. Una tarea gigante siempre se queda para las generaciones jóvenes, que tienen no sólo que preservar las tradiciones, sino que incluso tienen que magnificarla, en tantas veces como la explosión demográfica les desafíe.


El Istmo de Tehuantepec pareciera un casino, si de buscar una similitud con Occidente se quisiera: hace recordar que las razones de juego son expuestas como razones de riesgos. Elegir los riesgos acciona una ruleta en permanente giro.

Twitter: @JNMIJANGOS

(Publicado en +Noticiasnet.mx Voz e Imagen de Oaxaca, 25/03/2017, p. 6A)

miércoles, 15 de marzo de 2017

LA MUJER EN LA GLOBALIZACIÓN Y LA BIODIVERSIDAD

LA MUJER EN LA GLOBALIZACIÓN Y LA BIODIVERSIDAD

José Noé Mijangos Cruz

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En el marco normativo nacional se ha demostrado exigencia de parte de los poderes del sistema político mexicano, que entre otros, el judicial, viene pretendiendo no sólo voluntad política de divulgar el protocolo especial para la situación de género, que desde luego repercute en considerar mayores y mejores beneficios para la mujer, sino que incluso admite la capacitación de profesionales que se acompañan desde el juicio de otras disciplinas ajenas a la legal, en un ámbito judicial incluyente.

La globalización impone una estrategia de legitimación sobre bases que permitan que lo local se reconozca no sobre situaciones macroeconómicas, sino como margen de inclusión desde la vida en el planeta (ecosistema), un término más abarcador y por sí mismo más integrador que los reportes del Producto Interno Bruto (PIB), tal y como se tasan en este momento, que asume un costo marginal que no incluye la reparación del planeta. No incluir la tesis de que los organismos vivos se agotan y el ambiente se degrada, agregándosele la apatía de la sociedad para su restablecimiento funcional, causas y consecuencias que deben admitirse en los órdenes sintomáticos de la economía, hace que se invisibilice el asunto de lo que ocurre en los países pobres en donde lo económico está basado en las necesidades absolutas (alimentación, vestido y vivienda), situación que ya es superada por el margen de ganancias de los países ricos cuyo costo se lo pasan a los países pobres y cuyo tope máximo de ganancias a partir de la exportación en estos países afectados es promovido desde el desarrollo tecnológico y la tendencia contrastante de que no se les permita la superación del rezago social hasta en tanto los recursos que exportan no tengan sustitutos sintéticos.

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La mujer, formando parte del patrón ser humano, ha generado una convivencia con los seres vivos que ennoblece la coexistencia de los tiempos modernos, contemporáneos. Órdenes como la ciencia y la cultura, juegan un papel de proyección institucional de la mujer, para cohabitar este planeta de organismos que metabolizan el planeta y requieren de reflexiones y resoluciones sobre temas complejos como la resistencia y adaptación de estas entidades con vida cuyo ambiente los desafía y los destierra.

La sustentabilidad no se reconoce si no se presenta acompañada de la sostenibilidad. Lo “glocal” (expresión que incluye lo global y lo local), debe observar el reto femenino de la identidad local, en la experiencia de su relación comunicativa con otras culturas, además de experiencias occidentales. La femineidad mexicana, ante la experiencia de su acrecentamiento con lazos culturales de sus ascendientes, en esta tierra con mucha sabiduría de sus espacios ecológicos, ofrece nuevas experiencias de afianzamiento de lo sustentable y lo sostenible, pues no en balde la lengua de origen lleva el calificativo de “materna”, visión que marca en el terreno cultural una nota de apreciación sobre el rumbo crítico de propuesta y cambio, además de que la relación occidental que ya se precisa en territorios como el mexicano, conlleva un carácter de expansión de las ideas en sí mismas, antes que un saber logrado desde la exploración de los sentidos en donde nuestras culturas milenarias ya le llevan la delantera para que dichas ideas trasciendan en áreas reservadas a las ciencias y al desarrollo tecnológico.

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Decíamos que en la ciencia, la idea de hacerse visible desde el género, hace de la mujer el parteaguas que el Estado mexicano ya aclara para todos los efectos: comienza el reto de asemejar más y más a la mujer con los beneficios que el hombre obtiene porque reporta sólo sus utilidades como aportes sociales. El PIB debe considerar no sólo los rasgos esenciales de las utilidades que reporta el “trabajo doméstico” de la mujer, sino los beneficios que las profesionales ahora deben obtener en sus ascensos laborales: la convocatoria en algunos puestos del servicio profesional de carrera sólo para mujeres, ya habla de este cambio. Por otro lado, la mujer desde la perspectiva de la biodiversidad, juega un papel importante para fomentar una alternativa en el jornal diario que brinde mejores beneficios que la “división internacional del trabajo”: descansos justificados y beneficios por maternidad, entre otros. Mejor juego profesional, hará que el reparto igualitario sea una realidad social más efectiva para ellas.


Twitter: @JNMIJANGOS

(Publicado en +Noticiasnet.mx Voz e Imagen de Oaxaca, 15/03/2017, p. 7A)