EL EFECTO TELARAÑA EN LA GUARDIA NACIONAL

José Noé Mijangos Cruz

"'Salina Cruz' tendrá que asimilar, de nueva cuenta, que cuando existen policías y militares en el área, los cobros de piso se reclaman en el mismo tono."

Mucha curricula y poca efectividad.

Minatitlán fue un punto que atrapó víctimas en la enredada madeja de la que ya se vislumbraba una situación erróneamente manejada desde que llegó la administración morenista al gobierno estatal. Los votos en Veracruz, apuntaron a evitar más muertes, con todo y que apenas tengan 150 días en el gobierno. A nivel federal, la ampulosa retahíla curricular representando a la Policía Federal en la Guardia Nacional, contrastaba con el amplio papel protagónico que la delincuencia organizada desafiaba desde Veracruz.

Cuitláhuac García, atrapado en una incertidumbre que le dicta el papel punitivo de la entidad, se deja querer por una intervención federal como lo es la Guardia Nacional, que ya trae roces entre la imaginación de López Obrador y lo legítimamente correcto. México se encuentra cansado de la presencia militar en las calles, incluso, una minoría de opinadores públicos resienten que los puestos de revisión carreteros sigan dando qué desear ante el concierto de seguridad que dictan los protocolos de países avanzados.

En lugares selváticos, viven tarántulas que en crecimiento, ensayan su primera telaraña amplia, suficiente para atrapar insectos o animales con movilidad relativa, antes que su depredador llegue hasta ellos y los convierta en ovillos de succión. Lo raro en este tipo de arácnidos, es que el centro de su telaraña es relativo y temporal, pues en cuanto se incrusta la primera víctima, la tarántula procede a usar ese dato estadístico como centro de una telaraña superpuesta en la anterior y así sucesivamente, hasta que se ramifique la acción certera en la caza furtiva.

Tuvo que suceder lo de Minatitlán, para que AMLO ofreciera la “primera coordinación” en esa población y se admitiera bajo esa tónica la responsabilidad que provoca un vacío de desatenciones sistemáticas en el rubro de la seguridad desde regímenes políticos que antecedieron a la actual administración. Sin embargo, nada exculpa a Cuitláhuac García de esta situación brutal y menos congoja recibimos que la Guardia Nacional patrulle lo que todos sabemos que en cuanto a trascendencia quedará rebasada en actuación inocente, fallida y torpe, como le sucedió a milicias que antaño patrullaron dando señales a los delincuentes para operar.

La descendencia del Istmo oaxaqueño, conflagrada en esa matanza casual, furtiva, ignominiosa en Minatitlán, nos convierte en deudos consecuentes, y a su vez, nos coloca en el papel de “efecto telaraña”: las otras víctimas que tendremos que soportar a la Guardia Nacional y su tinte de redentora siniestra, pues para el presidente de la república “Salina Cruz” tendrá que asimilar, de nueva cuenta, que cuando existen policías y militares en el área, los cobros de piso se reclaman en el mismo tono. Salina Cruz será la otra Coordinación de la Guardia Nacional desde donde las víctimas sitiadas como las de Minatitlán se impactan en la gruesa telaraña de la delincuencia abrupta y obtusa, que colocada al lado de quienes estarán al mando de esos puntos de intervención policial y militar, descollan éxito probado ante la ineptitud y escasa trascendencia en la presunción institucional que trasgrede derechos humanos: los delitos graves, ya se ha mencionado, no armonizan con el sistema de oralidad nacional. 

Junto con Coatzacoalcos, Minatitlán y Salina Cruz vendrán a darle efecto decorativo a una Guardia Nacional que presume desde el “atril mañanero” de AMLO con sendas curriculas ostentosas, ínfulas que no ayudan a bajar el índice delictivo que otorgaría mejor fama proviniendo del combate efectivo.

Twitter: @JNMIJANGOS

(Publicado en +Noticiasnet.mx Voz e Imagen de Oaxaca, 07/05/2019, p. 6A)