martes, 12 de enero de 2016

LA CORTE DE LOS DELATORES

LA CORTE DE LOS DELATORES

José Noé Mijangos Cruz

Toda sociedad es vista como una aproximación de lo que el estereotipo le permite participar con el dedo flamígero de la delación. De una u otra forma, verse rebasada por la escasez de trabajo, explotación manufacturera, excesivos intereses sobre créditos, precios a la alza, subsidios cedidos como promesas de campaña y condicionados sobre clientela electoral, hechos delictivos comunes con el despropósito de agenciarse ingenuamente una plaza sitiada por delincuentes profesionales, desinformación de medios que trafican con chantajes o cuotas que permiten mercenarizar el estado de cosas existentes hasta ahora, empresarios que escalan operaciones ilícitas en una afán de obtener ganancias desmedidas, son sólo algunos planteamientos que una sociedad sospecha debe incentivar desde la denuncia.

Sin más elementos que la participación del cómo fue, personas ingenuas patrocinan hechos que sucedieron afectando otros intereses que no siendo los suyos, llevan agua al molino de fiscalías, juzgados y hasta corporaciones policiacas. En un experimento fallido, la crueldad de ofrecer una recompensa, hace que los supuestos programas de 'testigos protegidos' sean válidos por unos instantes, hasta que la vulnerabilidad los coloque en la 'mira' si no es que en el 'chivateo', que proviene generalmente de quienes supuestamente arriesgan la vida por aquellos delatores.

La Corte de los Delatores o la República de los Delatores, permite la excitación de un público que tiene acceso a supuestas denuncias de diputados desde la grabación en video que se publica en las redes sociales. Nunca es un mecanismo efectivo abrir el pico en la asamblea, si sólo se persigue el protagonismo. Estos legisladores ingenuos, siguen recurriendo a la vociferación de sus opiniones personales, atacando inocuamente intereses de actores políticos de relevancia. Atacan a la persona, nunca a sus acciones, hechos, distorsiones de tales ocupaciones estratégicas que a juicio del legislador son inadecuadas.

La gente se regodea de un mundillo de ocupaciones que los mantiene gratuitamente en ascuas, paga por ver violencia en las calles, consume hechos sangrientos, se suscribe a canales de YouTube que patrocinan flagrancia o distorsión informativa, le da 'me gusta' a escenas de linchamientos, rubrica tuiters de cuentas puestas en duda de pertenecer a fugitivos, aspira a una vida como la de ellos y se siente en ambiente si el escenario donde se encuentra se parece de refilón al de los protagonistas de esas vidas caras y al margen de la ley.

Ahora mismo se debate si dos personajes del mundo del cine, un estadunidense y una mexicana, encubrieron a un fugitivo que figuraba hasta hace poco como el más buscado en la agencia norteamericana para el control de drogas, cuando en realidad debería debatirse, si dichos actores encubrieron una acción desleal e ilegal para entregar mediante una conspiración a este fugitivo. De hecho, en las redes sociales ya se debate el Hashtag #MiSeanCumplida, que a reserva de a dónde llegue esta discusión, lo vital aún no lleva viso de esclarecerse.

Ahora mismo se denuncia todo de manera mediática, se ofrece casting en televisoras que cuentan sus días que les faltan por desempeñarse ante una 'gerontoaudiencia' que todavía espera sentada en una butaca su programa favorito. Una audiencia que en materia de uso de tecnología es no sólo 'migrante', sino también errática en satisfacer requerimientos de consumo, donde la oferta (te ayudo a distorsionar la realidad), ya no se compara con la pírrica demanda de programas que por su prolongada presencia en medios terminan por envejecer la historia de quienes se preguntan si el show debería continuar.

Existen historias de delatores famosos que han sobrevivido a guerras sostenidas por grupos delincuenciales en su honor, aunque no se sabe por cuanto tiempo. La sociedad delatora ahora mismo se encuentra activa, aunque no sepa para quien trabaja o a quién beneficiará tal nivel de sospecha que se autoriza evidenciar.

Twitter:@JNMIJANGOS

(Publicado en +Noticiasnet.mx Voz e Imagen de Oaxaca, 12/01/2016, p. 10A)


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