martes, 1 de diciembre de 2015

EL SALINA CRUZ INVENTADO

EL SALINA CRUZ INVENTADO

José Noé Mijangos Cruz

Crecer a la sombra de un puerto artificial, es una condición social que pocos tenemos, a eso debe agregársele que toda una generación ha nacido con “economía petrolizada”, estigmatizada. Si el mal existiera, sería relevante conseguir recordar los años en que nadie soñaba con hacer de este lugar una zona de influencia política, de dominio, como así lo quiso demostrar Cortés desde tiempos de La Colonia. Con la salvedad de lo que hoy es Santo Domingo Tehuantepec, durante La Colonia, los primitivos contornos del hoy Salina Cruz bañaban la laguna interior y su única referencia era un faro que se fosilizaba con los años. En el México independiente, el tema de la ruta comercial marítima dio preferencia a puertos de economía probada (Veracruz entre ellos) y no fue hasta el Juarismo que se midió la posibilidad de emplearse como tráfico interoceánico: la cintura del país. Sin embargo, el proyecto colapsó en tanto la vida del mandatario se esfumaba. Fue Porfirio Díaz quien abonó la idea de construirlo con una infraestructura insuperable para la época, que quebró, incluso, a la compañía inglesa, hasta cobrarse el adeudo ya sin cláusula penal, en ese pasadizo que se estrechaba tras cumplirse el ocaso del dictador de origen oaxaqueño. Durante la revolución, fue sede del cañonero Guerrero que transportaba a Jesús Carranza por vía marítima hasta el Occidente de México. Se cuenta que en tiempos del Cardenismo, Salina Cruz revive luego de padecer el azolvamiento en la dársena, situación que se logró, entre otras cosas, con el envío de la draga Minnesota. Lo demás, se empata en 1979, con la construcción de la refinería.

La inflación petrolizada, le ha significado a Salina Cruz un costo que propicia en el producto per capita una inequitativa distribución de la riqueza, donde la minoría nacional detenta un porcentaje elevado de beneficios, con respecto de los lugareños que no alcanzan a pasar por mucho la media nacional en cuanto a criterios de obtención de utilidades sobre una industria radicada en su propio entorno. Mayores bienes y servicios, no significan, en muchos casos, mejor economía distributiva. De esa manera, el mito de que “a mayor desarrollo económico, redituará a cada quien su parte” ya ha sido cuestionado por quienes de manera seria han criticado el tema de la “globalización”.

Luego de la conversión al pragmatismo de los grupos políticos contestatarios, que motivaban los cierres carreteros y el supuesto atraso económico (en realidad eran, en ciertos casos, los antifetiches), la gente del puerto especuló que la llegada de almacenes y supermercados daría una imagen de crecimiento económico a la zona. Es probable que se viviera un atraso económico si transportes terrestres y marítimos esperaran el embarque, pero también era probable que esos seguros (por demora) se pagaran con cheques que las fiduciarias hicieran llegar al empresariado que encubría frente a sus operarios el verdadero motivo de no seguir acciones legales contra los grupos sociales a quienes se les atribuía el “paro” de la economía regional.

Hace unos días se vivió un llamado de emergencia en las instalaciones de refinación, cuando en realidad, de vernos optimistas, dicho volumen de operación debería estarse preparando para desarrollar la industria del “gasoducto”, con una inversión de 1085 millones de dólares y que pretende conectar a este puerto con Jáltipan y Tapachula, en el marco de la Zona Económica Especial del Istmo.

La circulación de dinero por el costo de operación que Salina Cruz logra mover, recrea un “espejismo” de empoderamiento social que en la práctica no se justifica. Si a eso le agregamos que la diversificación de la economía a partir del desgaste urbanístico debido a la proclama de ser un atractivo para la inversión, en donde la clase obrera especula radicar temporalmente aumenta que flote un presupuesto (llámese gasto público) que mueve dinero en un lugar que capta sólo un porcentaje limitado y cuya principal planta productiva está exenta de contribuir localmente, la situación obliga a cuestionar si el “desarrollo sostenido” da para seguirle apostando a la empresa nacional, condicionada a convertir en realidad el sostenimiento óptimo de los lugareños.

Twitter: @JNMIJANGOS

(Publicado en +Noticiasnet.mx Voz e Imagen de Oaxaca, 01/12/2015, p. 12A)


Playa abierta: se resiste a ser inventariada

No hay comentarios. :

Publicar un comentario